El proyecto tiene un presupueto aprobado de 68 millones de euros (unos 11.300 millones de pesetas) y no se ha producido ninguna desviación.

Está prevista la construcción de tres edificios que se destinarán a exposiciones temporales, un auditorio y una biblioteca. Las obras fueron adjudicadas a una unión temporal de empresas formada por Dragados y ACS.

Con la extensión del museo por su ala oeste, el complejo ganará un 55 por ciento de superficie: 26.000 metros cuadrados más, que se añadirán a los casi 50.000 de la sede actualconstruida por Sabatini.

El granito, el acero y el cristal son los principales materiales que se emplearán. La cubierta volada es una de las características más peculiares del proyecto, en el que también resulta llamativo un gran espejo de acero inoxidable, hecho sin juntas y con unas dimensiones de 18 metros de alto y 12 de ancho, que se colocará en la nueva entrada y que reflejará el edificio Sabatini.

Los arquitectos son conscientes de que el ruido que ocasiona el tráfico en el comienzo de la onda de Embajadores aconsejaría el cierre a los vehículos por este trecho, y para ello han realizado gestiones ante las Administraciones. Según Bonet, la decisión está en manos del ayuntamiento.