IU y la Coordinadora contra la Ampliación del Aeropuerto de Barajas, integrada por ecologistas, asociaciones de vecinos y el Ayuntamiento de Coslada (Madrid), mantienen que la ampliación es inviable por los "niveles de ruido a que sometría al vecindario".

Además, insisten en que la decisión no obedece a las necesidades objetivas de transporte, sino a una operación especulativa; al tiempo que acusan a la Administración de ocultar información.

Durante los últimos cuatro años, la coordinadora ha mostrado su oposición a la operación, por considerar que vincula la ampliación de las instalaciones aeroportuarias a una revalorización del suelo de su entorno, destinados a protección agropecuaria y ecológica en la planificación urbanístia de 1985.

En la actualidad, el proyecto está pendiente de la preceptiva evaluación de impacto ambiental, que deberá tener en cuenta el posible incremento de la contaminación acústica en la zona.