EL AMONIACO Y LOS SULFUROS SON LAS PRINCIPALES CAUSAS DE MUERTE DE PECES EN RIOS Y EMBALSES
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El amoniaco y los sulfuros son los tóxicos que aparecen con más frecuencia en los estudios sobre mortalidad de peces realizados por los doctores Muñoz, Carbonell, Carballo, Ortiz, Cebrián y Tarazona en diversos ríos y embalses de nuestro país.
Las invesigaciones revelaron que los tóxicos más frecuentes en los ríos fueron los compuestos nitrogenados, como el amoniaco y los nitritos, mientras que en aguas embalsadas fueron los sulfuros, cianuros y el amoniaco.
Respecto al origen de estos compuestos, en los ríos radicaba en los vertidos industriales y en los embalses la aparición de estos tóxicos estaba generalmente asociada con graves deficiencias de oxígeno disuelto.
Otros factores asociados con la mortalidad de peces, aunque en menor proporción son la materia en suspensión y las concentraciones de anhídrido carbónico. Los vertidos de otras sustancias, como aceites, grasas, fenoles, metales pesados y cemento, son menos frecuentes.
El doctor José Vicente Tarazona, del departamento de Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria y uno de los autores del trabajo, aseguró a Servimedia que la tecnología desarrollada por este departamento permite concretar el daño que estos vertidos van a causar a la fana antes de que se realicen.
Para Tarazona, "una vez que se ha producido el vertido es muy difícil actuar sobre él", por lo que destacó la necesidad de instalar sistemas de depuración adecuados en función del tipo de tóxicos que deben tratar.
Aunque la mortalidad de peces en embalses está generalmente asociada a la presencia de elevados niveles de amoniaco, cianuros o sulfuros, los autores de la investigación comprobaron que también influye la contaminación preexistente acumulada en sedimentos y os vertidos de materia orgánicos.
Sobre las especies más afectadas por estos contaminantes, el estudio concluye que los salmónidos ocupan el primer lugar, con el 47 por ciento de los casos, seguidos de los ciprínidos, habitantes más comunes de los embalses.
IMPACTO SOBRE EL MEDIO
Para el doctor Tarazona, la mortalidad de peces conlleva, generalmente, profundas modificaciones en el medio y en la estructura de sus comunidades.
El trabajo concluye que a menudo estas situaciones tienen orígene antropogénicos y añade que el 30 por ciento de los procesos de mortalidad de peces estudiados estaban provocados por tóxicos capaces de plantear "problemas graves desde el punto de vista de la sanidad ambiental y humana".
Para José Vicente Tarazona, la solución no estriba en la introducción de modificaciones en la legislación ambiental, sino en ampliar la información sobre la incidencia que los distintos contaminantes tienen sobre el medio y las especies. "No hay que olvidar que existen unas 200.000 ustancias consideradas tóxicas", agregó.
(SERVIMEDIA)
12 Ago 1992
GJA