Este ataque alteró la distribución de ayuda humanitaria a los civiles asediados de Gaza e hirió a tres trabajadores de Naciones Unidas, según informó Amnistía Internacional.

Unrwa afirmó que los proyectiles contenían fósforo blanco, hirieron a tres personas y alcanzaron el establecimiento de un edificio que contenía asistencia humanitaria de emergencia.

El director de Amnistía Internacional en Oriente Medio y Norte de África, Malcolm Smart, señaló que este ataque, sobre un complejo humanitario claramente identificado, subraya "la necesidad de una investigación imparcial y exhaustiva".

Recalcó que "el derecho internacional prohibe de manera inequívoca los ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes en una misión de asistencia humanitaria", y que "los ataques deliberados sobre la asistencia humanitaria puede constituir un crimen de guerra".

Smart mostró su preocupación por el uso de fósforo blanco en las armas de Israel, una sustancia que causa graves quemaduras cuando entra en contacto con la piel.

"Aunque no está prohibido por el derecho internacional, el fósforo blanco es un arma incendiaria que nunca debe ser usada en zonas densamente pobladas debido a sus efectos devastadores", indicó.