A juicio de la organización, durante los últimos diez años los derechos humanos se han convertido en algo que todos los gobiernos maifiestan suscribir pero que muy pocos respetan.

Por ello, la campaña pretende conseguir voluntarios para que soliciten a los gobiernos, mediante cartas, la liberación de los `desaparecidos' o el esclarecimiento de homicidios.

Esta es la forma de operar de AI, organización que hoy consigue movilizar, mediante sus "acciones urgentes", a unas 50.000 personas de 78 países a través de cartas, télex, fax y llamadas telefónicas en favor de las víctimas.

Al mismo tiempo, AI cuenta con un millón de vluntarios preparados para movilizarse en sus comunidades, presionar a los gobiernos, apoyar a los familiares de las víctimas y conseguir reformas legales.

Según un informe de Amnistía, "si no se adoptan medidas para que cesen los homicidios políticos y las `desapariciones', la creciente oleada de matanzas podría superar a las instituciones creadas para promover las normas internacionales de derechos humanos tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial".

Es más, asegura que los gobiernos que pratican homicidios políticos y `desapariciones' han dispuesto un sistema para asegurarse que la verdad no salga a la luz y que los responsables escapen a la justicia.

Entre la larga lista de países a los que AI acusa de haber actuado de esta forma figura Colombia, donde operan los llamados "escuadrones de la muerte" de las fuerzas de seguridad, a los que se les han atribuido miles de homicidios y sobre los que el Gobierno no tiene control. En Sudáfrica ocurre otro tanto con los "escuadrones de choque", ue practican operaciones secretas de la policía y el ejército.

En Kenia, durante 1992 más de 700 personas perdieron la vida en enfrentamientos étnicos que parecían derivar de maquinaciones políticas, ya que se hallaron pruebas de que un grupo, "los guerreros de Kalenjin", recibía apoyo de altos funcionarios y era responsable de muchos homicidios.

En Perú, las actuaciones del ejército son de sobra conocidas, así como las de Sendero Luminoso, grupo armado que practica la matanza de civiles indefenss que no suponen ninguna amenaza.

Hasta 1991, AI no se oponía frontalmente a estos grupos terroristas, pero a partir de esa fecha cambió su política. Entre los grupos que cometen homicidios de civiles deliberados y arbitrarios figuran el español ETA, el Ejército Republicano Irlandés en Irlanda del Norte y grupos protestantes leales al Gobierno británico.

La campaña se centra principalmente en los gobiernos, a los que exigen que pongan en práctica su programa de 14 puntos para evitar las ejecucions extrajudiciales.