AMNISTIA INTERNACIONAL LAMENTA LA NOMINACION DE BUSH COMO CANDIDATO REPUBLICANO
- Considera que su llegada a la presidencia no facilitaría la abolición de la pena de muerte en Estados Unidos
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El presidente de Amnistía Internacional (AI) en España, Andrés Krakenberger, calificó hoy de "no muy buena noticia" la designación de George Bush jr. como candidato a la residencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, al haberse caracterizado durante su etapa como gobernador como uno de los principales defensores de la pena de muerte. Durante su mandato han sido ejecutados en Texas un total de 138 presos.
"Su historia en materia de pena de muerte, la no conmutación de estas penas y su actuación no es muy halagüeña de cara a la lucha contra la pena de muerte en Estados Unidos", dijo Krakenberger a Servimedia.
Aunque la llegada de Bush a la Casa Blanca no fectaría directamente a la política sobre pena de muerte en Estados Unidos, "ya que es competencia de los gobernadores", indicó que no facilitaría la posible abolición de la pena capital en este país en un futuro.
Estados Unidos es uno de los seis países del mundo en los que más ejecuciones de presos se producen, junto a China, Arabia Saudí, República Democrática del Congo, Irán e Irak. "Son países que van en contra de la tendencia general en el mundo, que es la abolición de la pena capital", recordó rakenberger.
A su juicio, la sociedad norteamericana está cambiando de posición sobre la pena capital, "aunque sigue siendo mayoritaria la opinión pro-pena de muerte, pero menos de lo que era antes".
Desde que Bush asumió su cargo como gobernador de Texas, en enero de 1995, han sido ejecutadas 138 personas en este Estado, entre ellas una mujer.
En el año 2000, de las 56 ejecuciones que se han registrado en Estados Unidos, 26 de ellas han sido en Texas. La última ejecución en este Estado tuvolugar el 26 de julio y la víctima fue el hispano Juan Soria, que sufría problemas mentales. Aunque esta circunstancia supone una eximente en los casos de pena de muerte, según la Constitución americana, el gobernador Bush no lo consideró así y denegó la petición de aplazamiento de la ejecución.
Desde que se volvió a instaurar la pena de muerte en Estados Unidos, en 1977, han sido ejecutadas en todo el país un total de 654 personas.
(SERVIMEDIA)
04 Ago 2000
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