En declaraciones a Servimedia, Beltrán deseó que Obama se desvincule de "una política sistemática de violación de los derechos humanos" desarrollada durante los últimos siete años por George W. Bush.

Beltrán dijo que Amnistía Internacional ha trasladado a Obama tres medidas de política interior y otras tres de política internacional que el nuevo presidente de Estados Unidos debe tener especialmente en cuenta.

En cuanto a la política interior, manifestó que debe ordenar el cierre de la prisión de Guantánamo "en un plazo razonable y con protección internacional" para los presos que han estado internados en los últimos siete años.

Beltrán propuso a Obama que establezca "un plan claro para cerrar Guantánamo en el menor tiempo posible" y que proteja internacionalmente a entre 50 y 60 personas que "ahora mismo no pueden volver a sus países de origen y no han sido acusadas de nada".

Además, recordó que Amnistía Internacional le ha pedido "una orden ejecutiva inmediata para prohibir la tortura y los malos tratos, de acuerdo con el derecho internacional".

También recomendó que, en materia de política interior, se acabe "con la impunidad". "No se puede hacer borrón y cuenta nueva con lo que ha ocurrido. Para Amnistía Internacional, es necesaria una comisión que investigue de forma independiente los abusos cometidos por Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo en los últimos siete años", apostilló.

En cuanto a la política exterior, Beltrán identificó tres conflictos especialmente importantes que deben ser resueltos en el marco de resoluciones de la ONU: Gaza, República Democrática del Congo y Darfur (Sudán).

CAMPAÑA

Amnistía Internacional puso en marcha una campaña mundial después de las elecciones en Estados Unidos, el 4 de noviembre del año pasado, a través de la cual los ciudadanos pueden firmar en Internet para pedir a Obama su compromiso con los derechos humanos.

En el marco de esta campaña, la Sección Española de Amnistía ha recogido 23.190 firmas de ciudadanos españoles que solicitan a Obama acciones inmediatas para "acabar con el asalto a los derechos humanos" ocurrido durante los mandatos de George W. Bush.