"La consistencia y la regularidad de los informes que hemos recibido e investigado en los últimos tres años nos llevan a la conclusión de que e problema de los malos tratos policiales en Alemania no es cuestión de unos pocos incidentes aislados", indica el informe.

Según AI, desde enero de 1992 hasta marzo de 1995 la organización ha recibido información de más de 70 casos diferentes en los que la policía alemana presuntamente hizo un uso excesivo o injustificado de la fuerza para detener a personas, o deliberadamente sonetió a los detenidos a tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes.

Las pruebas médicas indican que a las víctimasles han roto dientes, han sufrido esguinces y contusiones y en varios casos han sufrido rotura de huesos, debido a los puñetazos, patadas y golpes con bastones recibidos.

La mayoría de las víctimas de los malos tratos fueron ciudadanos extranjeros, incluidos solicitantes de asilo y refugiados, o miembros de minorías étnicas.