Igualmente, denunció las restricciones que pesan en el país norteafricano sobre la prensa local e internacional, así como sobre las organizaciones humanitarias, a las que se prohíbe la entrada en el país, "para evitar que la grave situación llegue a la opinión pública".

AI presentó esta tarde un informe titulado "Argelia: La población civil, atrapada en una espiral de violencia", con el que pretende despertar la alarma y promover una "acción" en tod el mundo para que se adopten medidas concretas con el fin de acabar con el conflicto "cada vez más crítico y sin visos de mejorar".

La organización humanitaria solicitó la realización, por parte de todas las instituciones y gobiernos internacionales, de una actuación conjunta de presión sobre el Gobierno argelino, "para dejarle bien claro que la comunidad internacional no está dispuesta a admitir 80.000 muertos en 5 años".

Asimismo, AI reclamó la apertura de investigaciones para condenar a los rsponsables de las masacres, "cada vez más dificiles de localizar por el clima de confusión creciente que se está dando".

Finalmente, la organización también hizo hincapié en otros aspectos del conflicto, como el creciente número de desaparecidos, que actualmente se cifra en 3.000 personas, el incremento de las ejecuciones extrajudiciales, la generalización de las torturas y el asesinato de personas amenazadas "que no han sido debidamente protegidas".