Este documento señala que Meta “eludió tomar medidas adecuadas para detener la difusión de contenidos que hacen apología del odio y la violencia”, en esta ocasión dirigidos a la población tigriana durante el conflicto armado que se vivió en el norte de Etiopía entre 2020 y 2022, según explicó la organización.

Previamente al estallido de este conflicto, organizaciones de la sociedad civil y personas expertas en derechos humanos “ya avisaron en diversas ocasiones de que Meta podía contribuir a la violencia en el país, y rogaron a la empresa que romase medidas significativas”, afirmó la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.

La organización sostiene que hubo aportación de Meta a la comisión de violaciones de derechos humanos contra la población rohinyá en Myanmar, e igualmente predijo la continuidad de estos daños mientras “el modelo empresarial y los algoritmos que configuran sus contenidos no se reformasen profundamente”, afirmaron desde Amnistía Internacional.

Sin embargo, “Meta hizo caso omiso de estas advertencias y no tomó medidas de mitigación”, explicó Callamard. En consecuencia, “la empresa volvió a contribuir a los abusos graves contra los derechos humanos”, concluyó.

Los algoritmos de Facebook fomentaron efectos devastadores para los derechos humanos al amplificar los contenidos y sobrecargar la difusión de retórica nociva dirigidos a la comunidad tigriana, según la investigación de Amnistía Internacional.

Asimismo, la entidad aseguró que examinó algunos documentos internos de Meta, los cuales muestran que desde Facebook conocían las insuficiencias de sus medidas de mitigación en Etiopía y los riesgos que esto suponía en un país.

Uno de estos documentos, de 2020, indica que “las estrategias de mitigación actuales no son suficientes para detener la difusión de contenidos nocivos en la plataforma de Facebook en Etiopía”, según Amnistía.