El pasado día 18, el genera Suchinda Kaptrayoon declaró el estado de sitio en Bangkok, pero no evitó que las masivas protestas contra su designación como primer ministro degeneraran en un baño de sangre a manos de los militares.

AI considera que esos hechos constituyen una brutal violación de los derechos humanos y resaltó que se trata de víctimas civiles desarmadas.

Asimismo, la organziación internacional exige de las autoridades tailandesas que liberen a todos los presos de conciencia, incluído el parlamentario Chamlong rimuang.

Este líder político fue arrestado el pasado lunes, junto a su esposa Sirilak Srimuang y otros tres organizadores de las manifestaciones, por su oposición no violenta.

AI reclama para todos ellos la condición de presos de conciencia, al igual que para la mayoría de las cerca de 1.300 personas detenidas durante las protestas.

Por su parte, los doce estados miembros de la Comunidad Europea difundieron esta tarde un comunicado, en el que condenan el recurso a la fuerza contra civiles dearmados por parte de los militares.

La CE insta a las autoridades tailandesas a que se abstengan de recurrir nuevamente a la violencia y apelan a todas las partes implicadas en los acontecimientos para que actúen con la mayor moderación.

Los Doce consideran "que tan sólo una Tailandia democrática, que respete plenamente las normas relativas a los derechos humanos, podrá desempeñar un papel constructivo y contribuir a la paz y la estabilidad de la región".