En un comunicado, Amnistía Internacional da la bienvenida al anuncio de alto el fuego, "que puede suponer el cese de los abusos contra los derechos humanos cometidos por ETA durante casi cuarenta años".

El anuncio debe significar, según esta organización, "el cese total de los atentados, las amenazas y el hostigamiento a amplios sectores de la población, especialmente en el País Vasco y Navarra".

Recuerda, ante una posible negociación, que los derechos humanos "no deben ser moneda de cambio". "Sea cual sea el proceso que pueda dar comienzo", advierte, "no puede haber impunidad para los graves abusos de derechos humanos cometidos por ETA".

De la misma forma, añade que "deben ser investigadas las violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad" y que, en todo caso, "debe respetarse el derecho a obtener verdad, justicia y reparación para todas las víctimas".