Según Brigitte Ernst de la Craete, directora de AI en la UE, "en el nuevo marco del Tratado de Amsterdam, la cumbre de Tampere ofrece una magnífica oportunidad para que la futura política de asilo de la UE se encamine hacie el respeto por las normas internacionales".

Sin embargo, esta organización teme que los jefes de Estado y de Gobierno confirmen la tendencia "al amento de control que viene profuciéndose desde hace años y la política de puertas cerradas de facto".

AI mantiene que los gobiernos de la UE han desarrollado medidas encaminadas a evitar que lleguen a Europa refugiados que tienen derecho a solicitar asilo para escapar de la persecución.

En 1998, la UE concendió asilo a menos de 30.000 personas. Ese año, albergó al 16 por ciento de los 16,5 millones de refugiados y desplazados del mundo.

Para Brigitte Ernst de la Craete, "en lugar de discutirpor la parte que deben compartir de lo que se ha dado en llamar la carga de solicitantes de asilo y desplazados, los 15 Estados miembros, que se encuentran entre los más ricos del mundo, deberían mostrar su solidaridad con las zonas más pobres que albergan a la abrumadora mayoría de los refugiados y desplazados".