Ucrania

Amnistía denuncia represalias contra quienes intentan seguir el plan de estudios ucraniano en zonas controladas por Rusia

MADRID
SERVIMEDIA

Amnistía Internacional (AI) denunció este lunes "las represalias" y las amenazas que sufren aquellas familias que intentan que sus hijos sigan el plan de estudios de Ucrania cuando viven en zonas controladas por Rusia.

Desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania, "quienes viven bajo la ocupación de Rusia se arriesgan a sufrir brutales represalias por tratar de continuar con la enseñanza ucraniana", informó AI.

Por este motivo, algunos progenitores han optado por ocultar a sus hijos e hijas para evitar que los lleven a instituciones de “reeducación”, los den en adopción en Rusia o los obliguen a matricularse en escuelas que funcionan con el plan de estudios ruso, según indica una nueva investigación realizada por Amnistía Internacional.

A partir de una investigación con 23 profesionales de la enseñanza y 16 familias con hijos en edad escolar que vivían o viven bajo la ocupación rusa, Amnistía documenta cómo la guerra "ha provocado una interrupción significativa y generalizada de la enseñanza en Ucrania".

Destacó que en los territorios ocupados por Rusia "la intimidación y la coacción son una realidad cotidiana para las familias, los niños y niñas y el personal docente". "Nadie está a salvo bajo la interminable campaña de terror de Rusia en Ucrania”, declaró Anna Wright, investigadora de Amnistía Internacional a la vista de los resultados.

Según advirtió, niños y niñas sufren una escolarización “a escondidas” para evitar represalias. En palabras de un funcionario regional de educación, el personal docente, los padres y las madres se convirtieron en “guerrilleros que hacían hoyos en sus jardines para esconder ordenadores portátiles y teléfonos móviles o se escondían en desvanes y viejos cobertizos para captar la señal telefónica”.

Una bibliotecaria escolar explicó a Amnistía Internacional que se citaba en secreto con el alumnado para darles libros, pese a la presencia en las calles de su pueblo de patrullas del ejército que realizaban frecuentes registros arbitrarios.

Algunos padres y madres optaron por no escolarizar a sus hijos e hijas para proteger su seguridad. Polina (nombre supuesto), que tiene dos hijos, dijo que éstos apenas habían salido de casa durante los nueve meses de la ocupación rusa por miedo a que se los llevaran a Rusia.

(SERVIMEDIA)
11 Dic 2023
AGQ/clc