"Los Juegos Olímpicos de Pekín han constituido una cita deportiva espectacular, pero se han tenido como telón de fondo violaciones de los derechos humanos, limitaciones a la libertad de expresión y detenciones de activistas que no habían cometido otro delito que intentar manifestar su opinión de forma pacífica", aseguró Roseann Rife, subdirectora de AI en la región Asia-Pacífico.

"Las autoridades chinas y el COI han tenido la oportunidad de demostrar avances en el ámbito de la protección de los derechos humanos, pero han fracasado. Expulsiones del país, detenciones de activistas y restricciones a la labor informativa de los periodistas no deben empañar otros Juegos Olímpicos", añadió Rife.

Amnistía ha recabado pruebas de violaciones de los derechos humanos durante la competición olímpica, como detenciones y condenas a trabajos sociales por solicitar permiso de manera repetida para manifestarse en zonas autorizadas, y arrestos arbitrarios de periodistas y activistas que intentaron informar sobre estos hechos.

El pasado 18 de agosto, tras numerosas peticiones por parte de los medios de comunicación, las autoridades chinas hicieron público que habían recibido 77 solicitudes de permisos para realizar manifestaciones en las zonas legalmente designadas en Pekín, y que no habían autorizado ninguna de ellas.

Por ello, AI ha hecho un llamamiento al COI para que el respeto a los derechos humanos constituya un factor clave a la hora de seleccionar futuras sedes olímpicas entre los países que presenten su candidatura.

Como aspecto positivo, el comunicado de AI destaca el desbloqueo temporal por parte de las autoridades chinas de varias páginas web internacionales durante los JJOO, como la de la propia Amnistía ("http://www.amnesty.org"), pero ha pedido a las autoridades chinas que desbloqueen de forma permanente todas las páginas web que actualmente están censuradas en el país.