Según William F. Schulz, director de la Sección Estadounidense de Amnistía Internacional, los miembros de estos colectivos son frecuentemente insultados y discriminados, además de sufrir "palizas y agresiones sexuales", por parte de los agentes de policía del país.

El informe es fruto de las conclusiones obtenidas tras la realización de una encuesta sobre los 50 departamentos de policía más importantes del país, localizados en las ciudades de Chicago, Los Angeles, Nueva York, San Antonio y Washington, e incluye información obtenida a partir de varios cientos de entrevistas y testimonios.

"Si no podemos contar con que los cuerpos encargados de hacer cumplir la ley den ejemplo, los delitos basados en el odio y la discriminación seguirán prosperando", concluyó Schulz.