AMEDO PRESENTA NUEVAS COARTADAS EN EL JUICIO PARA EXCULPARSE DE LOS CRIMENES QUE SE LE IMPUTAN

MADRID
SERVIMEDIA

El subcomisario de Policía José Amedo Fouce, que hoy comenzó a ser juzgado en la Audiencia Nacional junto con su compañero Michel Domínguez, se defendió, a preguntas de los acusadores, con coartadas que no había presentado hasta el momento, con el fin de exculparse de los crímenes que se le imputan como supuesto organizador e los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación).

Amedo dijo ante el juez que en el viaje que realizó a Lisboa el 30 de enero de 1986 se reunió con unos amigos que había conocido durante los cinco años que fue presidente de la Plaza de Toros de Bilbao, entre 1981 y 1985, cuyos nombres no quiso aportar porque "prefiero que se cuestione mi conciencia antes que dar los nombres de unas personas, cuya vida peligraría luego en el País Vasco".

Sin embargo, según las partes acusadoras que hoy actuaron, Jsé Amedo se entrevistó, en el Hotel Rich de Lisboa, con mercenarios de los GAL, que luego llevarían a cabo, los días 8 y 13 de febrero de ese mismo año, los atentados del bar "Batzoki", en Hendaya, y del bar "Consolation", de San Juan de Luz, respectivamente.

Tanto esta "coartada" como la utilizada por Amedo al decir que el 13 de febrero de 1986 acudió al entierro de su abuela, en Cerceda (Lugo), por lo que no se encontraba con el estado de ánimo necesario para "pensar en atentados", sorprendieron a tdos los asistentes al juicio, ya que hasta el momento no las había utilizado en ninguna de las fases de instrucción del sumario.

UN GUION

Asimismo, el subcomisario de Policía señaló que todas las acusaciones que se hacían contra él eran un "guión" preparado por el abogado de HB, Txema Montero, con la información que le pasó a éste Inmaculada Gómez, movida por ánimos de "venganza" contra el policía, que había roto su relación con ella.

"El señor Montero tiene una vinculación directa con ETA", dio Amedo al juez, añadiendo que "le han sorprendido saliendo del refugio de Josu Ternera". El presidente de la sala, José Antonio Jiménez Alfaro Giralt, interrumpió al procesado matizando que no se estaba juzgando, en ese momento, a Txema Montero.

José Amedo dijo también que, en su viaje a Lisboa, se entrevistó con un traficante de armas que le presentó a uno de sus confidentes de ETA, y que sus superiores conocían y aceptaron esta entrevista, por la que el subcomisario pagó unas 20.000 pesetas.

A ser preguntado si era el Ministerio del Interior el encargado de pagar el dinero que utilizaba con sus confidentes, José Amedo, después de señalar que él recibía el dinero de sus superiores inmediatos, dijo que "hablar del Ministerio del Interior es una forma muy extensa de hablar".

José Amedo respondió a las preguntas del fiscal y de dos de las tres acusaciones particulares que actúan en el juicio por espacio de casi tres horas. Mañana seguirá contestando a la tercera de las acusaciones, la represenada por los letrados Fernando Salas y José Luis Galán.

121 AÑOS DE CARCEL

En el juicio, cuya finalización está prevista para el 20 de julio, la Audiencia Nacional juzga a los presuntos organizadores de los GAL, José Amedo y Michel Domínguez, para quienes el fiscal pide un total de 121 años de cárcel por 6 delitos de asesinato (5 de ellos frustrados).

Por su parte, las tres acusaciones particulares piden para los procesados penas que van desde los 240 años de cárcel hasta casi 400.

Estas trs acusaciones coinciden con el Ministerio Público en los dos atentados aludidos arriba (los ocurridos el 8 y 13 de febrero de 1986), pero añaden un tercero: el perpetrado el 24 de julio de 1987, en Hendaya, contra Juan Carlos García Goena, quien resultó muerto como consecuencia de la explosión de un artefacto instalado en los bajos de su coche.

José Amedo señaló que entre el 15 y el 30 de julio de aquel año se encontraba de vacaciones en Laredo y negó haber ordenado a Michel Domínguez que cogiera una omba para entregársela a los mercenarios que se encargarían de colocarla en el vehículo.

FLOJA ACTUACION DEL FISCAL

Al finalizar la primera jornada de esta vista oral, uno de los letrados de los acusadores particulares declaró que "las contradicciones (de Amedo) son constantes y permanentes", añadiendo que el policía no puede explicar de dónde ha sacado todo el dinero que utilizó para financiar estos atentados.

Asimismo, la mayoría de los letrados que representan las acusaciones particulares concidieron en señalar la "floja" actuación del fiscal, que se limitó a preguntar al procesado por cuestiones que están prácticamente confirmadas por el sumario, conformándose con el sí o el no por respuesta.

Por otra parte, el tribunal confirmó que hoy mismo se recibió en la Audiencia Nacional una plica, procedente del Palacio de la Moncloa, con las respuestas de Felipe González, presidente del Gobierno, a las preguntas que se le enviaron sobre este caso; por su parte, las respuestas del ministro del Iterior, José Luis Corcuera, llegaron ayer a la Audiencia Nacional.

José Amedo Fouce, que pertenecía a la Brigada de Información de la Policía Nacional, con destino en Bilbao, declaró que el único nombre falso que ha utilizado es el de Genaro Gallego Galindo; nombre que le fue concedido "oficialmente" por razón de su trabajo, ya que estaba especializado en captar confidentes.

Asimismo, cuando se le preguntó por su asidua asistencia a casinos y por su afición al juego dijo: "Mi supuesta afición al uego ha sido pura demagogia de la prensa".

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Mientras se celebraba la vista en la Audiencia Nacional, el Tribunal Constitucional hizo público un auto en el que rechaza el recurso de amparo promovido por Juan Luiz Zabaleta Elósegui y otras personas, en el que solicitaban como prueba testifical las declaraciones en persona del presidente del Gobierno, Felipe González, y el ministro del Interior, José Luis Corcuera, en el juicio contra Amedo y Domínguez.

El Alto Tribunal consdera que la demanda es extemporánea y admite la validez de la decisión de la Audiencia Nacional, que, por auto de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de 11 de febrero de 1991, decidió que tanto el presidente como el ministro pudieran declarar por escrito.

(SERVIMEDIA)
11 Jun 1991
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