Pérez Mariño, que en todo momento quiso deslindar su cargo de portavoz socialista on sus opiniones como diputando independiente, dijo que la autorización del tercer grado era inevitable desde el punto de vista legal, "porque obedece a la adecuación a unas normas que nos pueden gustar o no tal como están establecidas en la Ley de Reglamento Penitenciario, pero que están ahí".

"Desde mi punto de vista personal", precisó, "hubiera tomado la misma decisión que se ha tomado, pero tengo que decir que no me gusta lo más mínimo. Hubiera preferido que la norma no estuviera como está para qu no hubiera posibilitado una salida de Amedo y Domínguez, con unos hechos delictivos probados tan graves e importantes y con unas condenas tan cuantiosas, y que ahora estén en una situación de semilibertad".

Por otra parte, Pérez Mariño, que en la actualidad es magistrado en excedencia, aludió a las críticas formuladas desde los grupos de oposición, en el sentido de que la concesión del tercer grado es una forma de "pagar" el silencio de los dos ex policías. En su opinión, no son tolerables juicios devalor que achaquen esta medida a ningún tipo de pacto.

LEERSE LA LEY

"Las personas que se han rasgado las vestiduras con lo de Amedo y Domínguez, diciendo que es un atentado contra el Estado de Derecho, creo personalmente que no han leído la Ley de Reglamento Penitenciario", remachó Pérez Mariño.

Tras insistir en que hay que respetar las normas de convivencia establecidas en la sociedad, Pérez Mariño advirtió que si el Gobierno no hubiera concedido el tercer grado, "aun a aquellos que no nos guta nada que Amedo y Domínguez salgan, tendríamos que reprobar enérgicamente su actitud".

El portavoz socialista en la Comisión de Justicia e Interior evitó pronunciarse sobre la necesidad de reformar la ley para que no ocurrieran casos como los de Amedo y Domínguez, argumentando que no conoce la norma en profundidad y no tiene formado juicio suficiente al respecto.

No obstante, recalcó que, como ciudadano. si se encontrase mañana por la calle a Amedo y Domínguez diría: "­Caray!, con ese delito qu han cometido, me parece muy pronto para que estén en tercer grado".