Explicó que el contenido de la carta de Amedo es proucto de una "tesis de defensa" que se planteó en su día a todos los abogados del 'caso GAL' y que que nació de determinados círculos políticos y económicos interesados en que no se esclarezca la verdad.

"Yo, como otros abogados, me negué a seguir esa táctica porque no me parecía justa y por total respeto a los jueces y a la administración de justicia", dijo Murillo, quien recordó que los abogados no deben prestarse a "maniobras turbias contra la justicia", como les obliga el juramento que realizan cuado se convierten en letrados.

Murillo señaló que no hay que hacer "mucho caso" a denuncias como la de Amedo, de la que dijo que no tiene "ningún valor jurídico-procesal" y a la que calificó de un "intento desesperado de manipular y confundir a la opinión pública" en detrimento de una verdad que, a su juicio, no se puede ocultar.

Francisco Alvarez es uno de los implicados en el "caso GAL" que ha confesado la existencia de una trama antiterrorista organizada, según él, desde el Ministerio del Interor.