En el ámbito del Año Internacional de la Familia, la CEACCU insiste en que sean atendidas las recomendaciones del Parlamento Europeo sobre la evaluación del trabajo femenino no asalariado; un reconocimiento, por otra parte, ya manifestado por la Asamblea General de Naciones Unidas, que en 1985 indicó que las aportaciones no remuneradas de las mujeres deberían medirse y reflejarse en la contabilidad nacional y en las estadísticas económias.

Según las amas de casa, "ya en el 'informe Keppelholff' se denunciaba que el trabajo femenino no remunerado consiste en que las actividades socialmente básicas, socialmente necesarias y no organizadas de acuerdo con el mercado, siguen correspondiendo a las mujeres como trabajo propio de un determinado sexo".

La CEACCU reclama que los poderes públicos consideren las soluciones jurídicas y económicas propuestas por el Parlamento Europeo.

"Para un tratamiento más justo de la importante labo que desarrolla el ama de casa", señalan, "consideramos importante la inclusión en el PIB, el apoyo al reciclaje profesional que permita la reanudación de una actividad lucrativa y la individualización de los derechos de la Seguridad Social".

Adelantándose a otros sectores, según la CEACCU, el ama de casa ha dado respuesta a los retos del siglo XXI, por ejemplo participando eficazmente en la mejora del medio ambiente, al separar los residuos domésticos, ahorrar energía y vigilar el consumo de agua.

Recientemente Manuel Chaves, presidente del Gobierno andaluz, propuso, durante la última campaña electoral autonómica, facilitar vacaciones gratuitas a todas las amas de casa de la región.