El sistema olfativo de las personas resulta ser un vínculo directo entre su cerebro y el mundo exterior, explican los investigadores del Centro de Investigación contra el Alzheimer del Hospital de Saint Paul en la próxima edición de la revista "New Scientist".

Las moléculas que componen muchos medicamentos son demasiado grandes para atravesar la barrera sanguínea del cerebro. Esta barrera está formada por un conjnto de células entrelazadas en los vasos sanguíneos dentro y alrededor del cerebro, a modo de valla protectora.

Uno de los tratamientos más prometedores contra el Alzheimer está basado en el llamado factor del crecimiento del nervio o NGF. Esto constituye en sí un fármaco que, cuando es inyectado, no logra apenas efectos positivos.

El neurocientífico William Frey pensó que el NGF contra el Alzheimer podría ser administrado en forma de gotas nasales, logrando así llegar mejor al cerebro del enferm. Por el momento, las pruebas clínicas se han realizado con ratones de laboratorio y los resultados han sido bastante satisfactorios. Se llegó a la conclusión de que el NGF alcanzaba mejor el cerebro de los animales al ser inhalado que inyectado en la sangre.