En el mundo existen cerca de 20 millones de personas que sufren Alzheimer, una enfermedad neurológica progresiva e irreversible que afecta al cerebro y produce la muerte de las neuronas. En España, hay 400.000 afectados.

Los síntomas de este tipo de demencia senil, que se agravan a medida que pasa el tiempo, son trastorno de memoria afasia y trastornos motores (990%) además de ansiedad y agitación, depresión, trastornos de conducta o síntomas psicóticos.

El único factor de riesgo que existe para sufrir el también denominado Mal de Alzheimer es tener una historia de demencia en la familia, por lo que se han puesto en marcha planes de prevención genética a largo plazo para proteger a los descendientes de personas que padecen Alzheimer, aproximadamente 40 millones en todo el mundo.

INCURABLE PERO NO INTRATABLE

Hasta hoy la efermedad de Alzheimer es incurable, pero no intratable, ya que hay diversos sistemas para proteger el cerebro y hacer más lento el curso de la enfermedad.

Un estudio publicado por la revista "Neurology" demuestra que la tacrina puede retrasar hasta cerca de un año el internamiento de los pacientes con Alzheimer. Según revela el estudio, los pacientes que recibieron dosis más altas de tacrina retrasaron su ingreso en el hospital doce meses y, además, en aquellos que tomaron mas de 120 milígramos al día se observó una menor mortalidad que en los que recibieron las dosis más bajas.

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFAL) coincide con el CIBE en que el apoyo familiar y la ayuda de los cuidadores son esenciales en la atención diaria al enfermo. El paciente con demencia necesita ciudados permanentes en un entorno adecuado a su capacidad de funcionamiento, sin marginarle ni sobrecargarle.

La asociación y el centro de investigación aconsejan que cuando una persona mayor pierda la emoria, los familares se informen y busquen ayuda, ya que el diagnóstico precoz es esencial para tomar las medidas médicas, sociales, familiares y legales más adecuadas.