En 1990, el Inserm realizó un estudio a 3.777 persons mayores de 65 años en los municipios de la Gironda y Dordoña. Ocho años después ha habido 200 nuevos casos de Alzheimer, así como 280 casos de demencia senil.

Los investigadores analizaron el agua del grifo de cuatro municipios que formaban parte del estudio y comprobaron que el nivel de aluminio era superior a 100 microgramos por litro, mientras los casos de Alzheimer eran dos veces más numerosos que los de los otros municipios.

Esta no es la primera vez que se relaciona la ingestión de alumino con la enfermedad del Alzheimer. Algunos investigadores habían señalado que la presencia de aluminio detectado en el cerebro podría estar ligada a la enfermedad, pero advertían que era más un síntoma que la causa.