Álvarez se expresó en estos términos a preguntas de los medios tras reunirse junto a su homólogo de CCOO, Unai Sordo, con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en el marco de los contactos que está teniendo para preparar su intento de investidura.

En concreto, Álvarez fue preguntado por la postura contraria a la amnistía expresada hoy por el presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, y por las dudas expresadas en un artículo por el exdirigente de UGT, Cándido Méndez. Álvarez no especificó que su frase sobre los nervios que produce la democracia fuera por alguien concreto, sino por “personas”.

“España es un país que tras casi 50 años ininterrumpido de democracia, casi lo mismo de constitución, no tenemos que ir a posiciones extremas ni a pensar que se acaba el mundo porque haya una mayoría en el Congreso que, en el marco de la Constitución, tome aquellas medidas que crea que políticamente son las que necesita el país para continuar avanzando”, argumentó el actual responsable de UGT.

Álvarez sostuvo que “cada uno es libre de hacer y decir” lo que considere desde su libertad de expresión y añadió que no se va a “dedicar a contestar” las opiniones de los afiliados del sindicato.

“La UGT tomó una decisión en el año 16 de elegir una dirección del sindicato que, por cierto, es manifiesto que el señor Méndez no compartía. Esa es la dirección consolidada hoy en el sindicato y las opiniones de la UGT solo las da la dirección del sindicato, que son las que yo he dado en esta intervención y que vengo dando en los últimos años y no solo en esta materia, sino en todas las materias”, apuntaló Álvarez.