El enfrentamiento tuvo su origen en una pregunta formulada por Caldera al "número dos" del Gobierno sobre un error que cometió el Grupo Popular durante una votación relativa a la Ley de Telecomunicaciones y a la competencia para fijar las tarifas de interconexión.

Caldera acusó al Gabinete de José María Aznar de "elevar la técica de la corrección de errores a categoría universal" y de tener una concepción "totalitaria" de su pensamiento.

El parlamentario socialista aprovechó su intervención para cargar contra el Gobierno y denunciar que manipula los "barómetros" del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con "interpretaciones estúpidas" de los mismos, que abusa hasta límites "intolerables" el decreto-ley y que el jefe el Ejecutivo "frivoliza" en sus respuestas a la oposición.

Por su parte, Alvarez Cascos replicólas palabras del diputado socialista diciéndole que estaba haciendo "humo" de un asunto que había quedado muy claro, después de que el portavoz del PP asumiera públicamente su error en la votación y de que todavía quede en el aire la competencia para fijar las tarifas de interconexión.

"A usted eso no le preocupa", añadió, "y por eso hace humo. Explíquenos su posición sobre quién fija las tarifas de interconexión y no haga humo de un debate que está muy claro desde que el portavoz del PP tuvo el decor de explicar que había cometido un error en la votación. Y ahí se termina el problema, lo demás son sus fantasías y sus esfuerzos por hacer oposición donde no la hay", concluyó.