No obstante puntualizó que el de reunión es uno de los derechos constitucionales y "someterlo a restricciones sobre la base de supuestas preocupaciones políticas de algunos para tratar de enmascarar otro tipo de situaciones no me parece razonable. Por tanto, pienso mantener íntegros todos mis derechos constitucionales, tanto los que tenía cuando era miembro de la oposición, como los que sigo manteniendo como miembro del Gobierno".

Al ser preguntado en los pasillos del Congreo sobre las acusaciones lanzadas por los socialistas, acerca de su participación en la trama para desalojar al PSOE del Gobierno, aseveró que le da "vergüenza tener que decir que es falso".

"A este Gobierno no se le pasan por la cabeza este tipo de comportamientos, y la verdad es que me da vergüenza que alguien con experiencia de Gobierno, que a lo mejor tiene algo que reprocharse a si mismo de otras legislaturas, intente lanzar estas sombras de duda sobre los demás", agregó.

Tras calificar estasacusaciones de "puras insidias", declinó pronunciarse sobre la decisión del presidente del Congreso, Federico Trillo, de no admitir las preguntas socialistas, una de ellas referidas a la supuesta conspiración.

Alvarez Cascos argumentó que son los grupos parlamentarios los que discuten en la Junta de Portavoces y en la Mesa del Congreso. "Yo, como miembro del Gobierno, lo único que proclamo es la voluntad de acatar las decisiones de los órganos del Parlamento", indicó.

En este sentido, se mostró dspuesto a contestar "todas las preguntas que se incluyan en el orden del día" y criticó que se ponga en duda la disposición del Ejecutivo a responder en la sesión de control, porque eso es lo que establecen las reglas del juego democrático.