Alvarez-Cascos dejó bien claro en la sesión de control al Gobierno que no existe ninguna intención de cesarle, tal y como reclamó el portavoz parlamentario de la Chunta Aragonesista (CHA), José Antonio Labordeta.

El ministro consideró que las pruebas que existen contra el actual "número dos" de su Ministerio están basadas en "falsedade" y advirtió de que el secretario de Estado piensa tomar las medidas correspondientes contra quienes le acusan de tales delitos.

En respuesta a Labordeta, Alvarez-Cascos acusó al diputado aragonés de recurrir a un "método inquisitorial" para desacreditar a Benigno Blanco con "acusaciones sin pruebas" y tratar de que se someta a juicio "sin derecho a defensa".

Por su parte, el portavoz del la Chunta consideró que los delitos de los que se le acusa al secretario de Estado son algunos de los peores ue puede cometer un responsable público en el ejercicio de sus funciones, si no los peores.