En declaraciones a los periodistas con motivo de la visita a las obras de la conexión ferroviaria entre la madrileña estación de Chamartín y la T-4 de Barajas, Álvarez restó importancia a los problemas que sufren los trenes de la línea Málaga-Madrid, y pidió para las nuevas líneas de Alta Velocidad el "margen de confianza" que no se dio a la T-4.

En este sentido, la ministra recordó que, tras la inauguración de la nueva terminal del aeropuerto madrileño, hubo problemas que provocaron críticas que ahora se han olvidado. "Hay muchos que ahora se sentirán incómodos por lo que dijeron entonces", apostilló.

Con respecto a los problemas de las nuevas líneas AVE, explicó que son de carácter informático y aseguró que el Ministerio trabaja con la empresa responsable, Siemens, para ajustar el sistema y terminar con los problemas en un plazo breve de tiempo.

Se trata, según la ministra, de "desajustes propios de poner en servicio una infraestructura muy compleja", que - defendió Álvarez- "está funcionando muy bien aunque no termina de dar un servicio perfecto por culpa de los sistemas informáticos".

Por ello, pidió que "no alarmemos cuando no hay necesidad porque la infraestructura está funcionando", ya que "se está produciendo un porcentaje reducido de retrasos".

Las obras visitadas hoy por la ministra tienen presupuestada una inversión de 162 millones de euros y permitirán unir mediante el servicio de cercanías la estación de Chamartín y la T-4 del aeropuerto de Barajas en 11 minutos.

Actualmente los trabajos están al 25% y su plazo de finalización se sitúa en 2010. En el recorrido, la nueva línea realizará paradas en dos nuevas estaciones en Manoteras y Valdebebas, con conexiones en ambos casos con el Metro ligero.

Según Álvarez, se trata de una obra "fundamental" para unir las líneas de alta velocidad ferroviaria con el aeropuerto de Barajas. A este respecto, indicó que en el "verano de 2008 estará lista la conexión a través del túnel de la risa" que unirá Atocha con Chamartín.