Las obras para combatir esta "enfermedad" del cemento, que incluyen la demolición de los porches, comenzarán próximamente y costarán 27 millones de pesetas.

Según explicó el jefe de estudios del centro, Manuel Alejande, el año pasado ya se barajó la posibilidad de que el CEI estuviera afectado por aluminosis.

"Había grandes goteras y en las viguetas que tienen los porches se veía el armazón de hirro que tienen", indicó. Además, la construcción data de los años setenta, época en la que se utilizó el cemento aluminoso en muchas construcciones.

En el mes de septiembre los técnicos de la Dirección Provincial del Educación se trasladaron al CEI para comprobar su estado y ordenaron el apuntalamiento.

El director del centro, Felipe Fácil, ha asegurado que el resto del centro, es decir, los edificios que albergan las aulas y residencias, "no están afectados porque su estructura es de hierro y su paredes de ladrillo y la aluminosis sólo afecta al hormigón".

La Dirección Provincial de Educación ha insistido en que no existe ningún peligro para los alumnos, porque la aluminosis se detectó a tiempo. En consecuencia, no se ha contemplado la posibilidad de suspender las clases.

El CEI de Zaragoza tiene matriculados 1.700 alumnos que cursan el Bachillerato de la reforma y las especialidades de Delineación y Administrativo de Formación Profesional. Una buena parte de los estudiantes viven interos en la residencia del centro.