La viceconsejera de asistencia sanitaria, Ana Sánchez; afirmó que "todo se hace dentro de la ley", negó que se esté privatizando la sanidad y aseguró que esta gestión es "la que mejor se adapta a las necesidades de los madrileños".

Sánchez declaró que la colaboración entre el sector público y el privado para la prestación de muchos servicios públicos, incluida la sanidad, no es ninguna novedad.

Destacó que en la práctica totalidad de las comunidades autónomas, con independencia de su color político, los gobiernos están acudiendo a modelos de raíz privada para prestar servicios sanitarios (concesión, conciertos, convenios). Así ocurre en Cataluña, Andalucía, Baleares, Asturias y Castilla La Mancha.

Dijo que los nuevos hospitales han aportado a la sanidad pública madrileña 2.000 camas en habitaciones individuales, 75 quirófanos, 248 puestos de hospital de día, 749 puestos de hospital de día y una extraordinaria dotación tecnológica.

Desde su entrada en funcionamiento, señaló, se han producidomás de 30.000 ingresos pacientes, más de 650.000 consultas, más de 24.000 intervenciones quirúrgicas, 160.000 pruebas diagnósticas, han atendido más de 275.000 urgencias y han traído al mundo más de 5.100 niños.

Asimismo, afirmó que, pese a la reducción en la presión asistencial, los hospitales tradicionales no han visto reducido el número de camas ni han perdido servicios lo que supone que los pacientes de las áreas sanitarias que cubren estos centros cuentan con más recursos sanitarios, por lo que tienen una mejor atención a la población.

Además, con la apertura de los nuevos centros, se han incorporado a la sanidad pública madrileña más de 4.500 profesionales sanitarios, de los cuales más de 1.000 son médicos, informó Sánchez.

La viceconsejera aseguró que todos los hospitales de la Comunidad de Madrid, independientemente de su forma de gestión, funcionan con altísimos niveles de calidad y dijo que los nuevos centros están externalizando aquellos servicios que no son sanitarios como la limpieza, la seguridad, el servicio de restauración, la gestión de residuos, el mantenimiento del hospital, los viales y jardines, la lavandería, la esterilización, la desinfección, el transporte y la gestión auxiliar, la gestión de almacenes y la gestión del personal del concesionario.

En este sentido ha señalado que muchos de estos servicios ya están externalizados en los hospitales tradicionales como es el caso del servicio de restauración o la limpieza y ha recordado que el primer hospital abierto por los socialistas: el hospital Severo Ochoa de Leganés ya externalizaba servicios.

En esta comparecencia, la portavoz de IU, Inés Sabanés, rechazó los nuevos modelos de gestión y planteó "serias dudas" respecto a si se ajusta a lo contemplado en la Ley de Ordenación Santaria.

El diputado socialista Lucas Fernández explicó que la Comunidad de Madrid paga un canon a las empresas que los construyen, y señaló que este modelo es "caro y poco eficaz".

Asimismo, se preguntó qué hará la Consejería de Sanidad si las empresas que han construido los nuevos hospitales quiebran.

La segunda compareciente, la directora general de Atención Primaria, Patricia Flores, explicó que el modelo para estos centros es la gestión directa a cargo del Servicio Madrileño de Salud.

Dijo que estos servicios necesitan más infraestructuras y recursos humanos, ya que hay un 20% más de población a atender desde que se produjeron las transferencias, en 2002, y explicó que está "en contra filosóficamente de los 10 minutos" de atención que piden algunas entidades para cada paciente, ya que "cada paciente uno necesita un tiempo distinto".

Pidió a la oposición "amplitud de miras, salir de su paradigma y analizar los buenos ejemplos de todos los lugares" y dijo que el modelo de Atención Primaria "necesita ser reformado, revitalizado, pero no cambiado".

Sobre este asunto, Inés Sabanés, dijo que está "preocupada por la previsión de futuro" de este servicio sanitario, mientras que Lucas Fernández explicó que las asociaciones de este sector han denunciado al Gobierno regional por incumplimientos en su plan de mejora.

El diputado socialista pidió medidas para "perfeccionar el modelo", que es "sólido y frágil, por lo que lo pueden destrozar con facilidad". La tercera compareciente, Carmen Navarro, directora general de Gestión Económica de la Consejería de Sanidad, afirmó que la fórmula de colaboración público-privada de funcionamiento es la "más idónea".

A su juicio, las cualidades de este modelo son la"disponibilidad inmediata de las inversiones en un tiempo mínimo, la eficiencia económica, la calidad de los servicios y el control de su funcionamiento" por parte de la Consejería de Sanidad.