Alonso, durante una rueda de prensa en la sede de su ministerio, aseguró que de las investigaciones no se deduce que los arrestados preparan un atentado "a corto o medio plazo" en los lugares donde se han producido las detenciones o los registros vinculados a esta operación, que sigue abierta.

En este sentido, el ministro explicó que los sospechosos empleaban la delincuencia común para prestar apoyo logístico y financiero al denominado Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), que se considera la rama argelina de Al Qaeda.

Con este propósito, los investigados, siete de los cualesfueron detenidos en Alicante, dos en Granada y uno en Murcia, se dedicaban a actividades delictivas que abarcaban el tráfico de estupefacientes, la falsificación de tarjetas de crédito o el robo de propiedades y vehículos.

CONEXIONES EN EUROPA

El responsable de Interior explicó que como consecuencia de la operación se han efectuado diversos registros, en los que se ha incautado documentación, droga, material informático y 35.000 euros en efectivo.

Asimismo, destacó que de la investigación de la Guardia Civil se deduce que los implicados tenían conexiones con países europeos como Alemania, Holanda, Reino Unido, Bélgica y Dinamarca, a cuyas fuerzas de seguridad se va a trasladar los datos encontrados.

Además, el ministro aludió a que esta operación se enmarca en el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad destinadas a "prevenir actividades terroristas cortándolas de raíz", como se ha hecho en este caso con esta célula vinculada al Grupo Salafista argelino.

Por otra parte, Alonso señaló que, a partir de la información existente en este momento, no consta que los detenidos tuvieran alguna relación con los atentados del 11-M. A su vez, respecto a eventuales conexiones internacionales de la célula, el titular de Interior señaló que Al Qaeda es una terrorista internacional que funciona en "red", por lo que habrá que ver a dónde llega el "ovillo" de esta operación.