Alonso, durante su comparecencia a petición propia ante la Comisión de Interior del Congreso para explicar la situación en las fronteras de Ceuta y Melilla, aseguró que los informes sobre lo sucedido el 29 de septiembre en la primera de estas ciudades no dejan lugar a dudas.

Señaló, en este sentido, que el informe definitivo sobre lo sucedido ese día en la frontera ceutí concluye que los agentes del Instituto Armado no realizaron "ningún disparo" para tratar de contener a los entre 500 y 600 inmigrantes que intentaron entrar ilegalmente en territorio nacional.

Asimismo, aludió a que otro informe forense fechado el 3 de octubre establece que los dos inmigrantes fallecidos que aparecieron en la parte española presentaban heridas de bala, pero con una trayectoria que sugieren que los disparos se hicieron del lado marroquí.

En este sentido, este análisis forense también concluye que los disparos que causaron la muerte de estas dos personas debieron hacerse "probablemente a larga distancia", lo que excluye que los responsables de la acción fueran guardias civiles.

Según Alonso, la "información rigurosa" que se extrae de estos análisis hace que acaben con "todo tipo de comentarios y de valoraciones", ya que prueban que la Guardia Civil hizo un "uso proporcionado" de la fuerza y no realizó disparos en los incidentes ocurridos en Ceuta la madrugada del 29 de septiembre.

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