Alonso perfilaba así el proyecto de mando único para la Policía y la Guardia Civil, defendido durante la campaña electoral por el PSOE, al señalar que ambos cuerpos estarán bajo un solo mado, pero conservando su actual independencia de funcionamiento.

El flamante ministro estuvo arropado en el acto de toma de posesión por su familia y por destacados cargos políticos del nuevo Ejecutivo entre los que destacó la presencia de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

Además, estuvieron presentes el presidente del Senado, Javier Rojo, el secretario general del Grupo Socialista, Diego López Garrido, el nuevo secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, el secetario de Organización del PSOE, José Blanco, y la responsable de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, entre otros.

En su discurso de toma de posesión, el nuevo ministro desgranó los que van a ser los ejes políticos de su departamento. Citó como máxima prioridad la lucha contra el terrorismo de cualquier naturaleza y ámbito territorial.

Para afrontar esta amenaza, indicó que apostará por el mantenimiento del Pacto Antiterrorista, la cohesión política, la mejora de la cooperación interncional y el apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Como segundo objetivo planteó la lucha contra el crimen organizado, en especial contra las redes de blanqueo de dinero y las mafias de tráfico de armas y de drogas. En este punto, destacó la importancia de reforzar la colaboración y unificación de criterios en materia de justicia e interior en el seno de la Unión Europea.

El tercer objetivo del Ministerio de Seguridad para los próximos cuatro años será mejorar la seguridad ciudadaa concebida de una "manera integral" y con la mirada puesta en la inserción social del pequeño delincuente.

De igual modo, Alonso se manifestó dispuesto a mejorar los servicios de protección civil para casos de catástrofes y a tratar de reducir los accidentes de tráfico. Asimismo, se comprometió a sacar adelante la Ley Intergral contra la Violencia de Género, una de las más destacadas promesas electorales de José Luis Rodríguez Zapatero.

El ministro de Seguridad tuvo, además, una referencia emocinada las víctimas del terrorismo y en especial al GEO muerto en la operación de Leganés en la que se inmolaron siete de los terroristas participantes en la masacre del 11 de marzo en Madrid. "Él es el símbolo de de todos los que han fallecido en acto de servicio", aseguró.

Finalmente, expresó su preocupación por las condiciones de trabajo de policías y guardias civiles y se comprometió a mejorarlas "en lo que me sea posible".