Almunia, al ser preguntado en una rueda de prensa, no quiso pronunciarse en concreto por el rechazo de la dirección de Izquierda Unida a la petición de algunas federaciones de concurrir en listas conjuntas al Senado con el PSOE.

El líder socialista consideró que aún no es el momento de debatir el método, pero advirtió que la formación de un Gobierno progresista tras los comicios puede depender de que las fuerzas que se proclaman de izquierdas refieran que el presidente sea Joaquín Almunia y no José María Aznar.

"Hasta ahora, y de momento, lo que sí creo es que hay que hacer un llamamiento a todas las fuerzas de izquierdas y a todos los progresistas para que no cierren la posibilidad de sumar esfuerzos y votos para ganar a la derecha antes siquiera de empezar unas conversaciones acerca de cómo puede hacerse eso", dijo Almunia.

Sin hablar aún del método, el líder socialista insistió en la necesidad de "sumar" los votos de la izquierda "ara evitar que la derecha se aproveche de nuestra división y de nuestra fragmentación y gobierne, como lo hace ahora, con menos votos pero con todo el poder".

Almunia reforzó sus argumentos recordando que en las elecciones generales de 1996 las fuerzas de izquierda obtuvieron "muchos más votos" que la actual mayoría parlamentaria, formada por PP, CIU, PNV y Coalición Canaria. Eso puede volver a suceder, advitió.

"Todos los indicios apuntan a que en las elecciones de marzo habrá bastantes más voto de izquierdas que de derechas en las urnas. El que la izquierda gobierne después de las elecciones de marzo depende", dijo Almunia, además de la confirmación de este pronóstico, "de que la gente de izquierda, todos los que se proclaman de la izquierda, prefieran un Gobierno de Joaquín Almunia antes que un Gobierno de José María Aznar".