Almunia acusó a la dirección del PP de "mirar para otro lado", en vez de afrontar sus responsabilidades políticas en los casos de corrupción e irregularidades que motivaron ayer la petición de suplicatorio del Tribunal Supremo para los senadores populares Julio Yebra-Pimentel, José María Bris Gallego y Joé Gutiérrez Ruiz.

"Consideran que son acusaciones estúpidas, no le dan importancia y me parece que el PP está quedando en evidencia, no el señor Tomey o el señor Bris o el señor Yebra, es el Partido Popular y sus máximos responsables los que están quedando en evidencia y los que debieran dar una explicación y exigir responsabilidades", aseguró.

En tanto no hagan esa petición de responsabilidad política, los socialistas considerarán que "hemos asistido a una enorme hipocresía".

A juicio del lder socialista, "el Partido Popular empieza a ser víctima de su propia medicina". Después de erigirse durante los últimos años en la formación política "que daba lecciones de moral, de ética pública y de comportamiento escrupuloso de los responsables políticos en los cargos públicos tiene irregularidades en prácticamente todas las provincias".

En sus dos años de gobierno, "casi se pueden recitar todas las provincias españolas citando casos de corrupción protagonizadas por políticos del PP, y al ritmo e van las cosas un porcentaje altísimo de su Grupo Parlamentario en el Senado" tendrá que reponder de una petición de suplicatorio del Tribunal Supremo.

Almunia recordó que en un sólo día las instancias judiciales solicitaron tres suplicatorios de senadores populares, que hay tres diputaciones gobernadas por el PP conectadas con "iregularidades serias" y que "hay una incapacidad manifiesta por parte de la dirección máxima del PP para tomar medidas frente a esas irregularidades".

El PSOE está estuiando la presentación de una iniciativa parlamentaria para que el Gobierno explique su posición respecto a este asunto, aunque se lamentó de que, "cada vez que pedimos explicaciones en sede parlamentaria sobre temas que molestan al PP, el presidente del Congreso censura las preguntas, lo cual es ínsólito e intolerable en un Parlamento".