"Algunos canallas piensan que vale todo", dijo Almunia durante la inauguración de la Escuela de Verano de las Juventudes Socialistas (JSE), donde abogó por recuperar los valores políticos de la transición, cuando "se decía lo que se pensaba y se hacía lo que se decía".

Después, durante el coloquio con los jóvenes militantes scialistas, Almunia se mostró convencido de que los electores "arrepentidos" del PP darán la victoria al PSOE en las próximas elecciones y advirtió que una diferencia escasa "no nos vale".

"No nos vale ganar por muy poca diferencia y que la victoria se traduzca sólo en más parlamentarios pero sin capacidad suficiente" para aplicar el programa por el que los ciudadanos le han dado su respaldo, dijo.

De ser así, los socialistas se verían obligados a alcanzar pactos de gobernabilidad que "cotizan muyalto", porque "la debilidad de Aznar al negociar con sus socios ha puesto el listón tan alto que el precio a pagar es imposible pagarlo". "Hay que ganar, pero ganar bien", apostilló Almunia.

"ACOSO Y DERRIBO"

El secretario general del PSOE comenzó su alocución haciendo un recorrido desde la crispación creciente antes de las elecciones de 1993, hasta "la conspiración y las operaciones de acoso y derribo" que siguieron a la victoria de los socialistas y que provocaron "síntomas de debilidad" de la demcracia.

A ello contribuyeron también los casos de corrupción "en nuestras filas y en las de otros", la actuación "ilegal" contra ETA y la sensación de que determinados poderes "semiocultos" trataban de imponer su voluntad por encima de la de los ciudadanos, prosiguió.

Lejos de solucionarse con la llegada del PP al poder, Almunia consideró que esa sensación sigue creciendo con causas que tienen "nombre y apellidos" y que se acrecienta con la ruptura de importantes consensos, como el de la lucha cotra ETA o el de la política autonómica.

Todo ello, continuó, ha provocado un "envejecimiento prematuro" de nuestra democracia, ante el que los socialistas deben introducir renovación, no sólo orgánica sino de ideas y aplicada al modo de organizarse para hacer política.

En este sentido, Almunia admitió que las "insuficiencias" del modelo de organización socialista provocadas por los años de Gobierno llevaron a una "cultura del aparato", en la que los intereses orgánicos estaban "casi casi" por delnte de los motivos que justificaban su existencia como partido.

Esta situación terminó de invertirse tras el 34 Congreso Federal, concluyó Almunia, que valoró el proceso a pesar de las "fricciones" que ha podido provocar y que culminará con la depuración del censo de militantes.

ASTURIAS

Durante el tiempo de coloquio, los asistentes sometieron a Almunia a diversas preguntas sobre temas de actualidad, como la crisis que vive el PP de Asturias y que está "destruyendo" no sólo a los implicados, sio también a las instituciones asturianas.

El secretario general de los socialistas reiteró su rechazo a la presentación de una moción de censura junto a IU, por entender que el problema "lo ha creado el PP" y las próximas elecciones arrojarán un gobierno de izquierdas en esta comunidad.

"Es un buen objetivo, por el que merece la pena esperar unos meses", dijo Almunia, que criticó la "saña" en las relaciones entre Francisco Alvarez Cascos y Sergio Marqués. "Es muy duro ver cómo un vicepresidente pimero está todo el día dedicado a ir allí con tal de meterle el dedo en el ojo al presidente autonómico, que es de su partido", comentó.

La postura del PSOE ante la eutanasia, la situación de las parejas de hecho, el plan de empleo del Gobierno, la financiación sanitaria, la igualdad entre hombres y mujeres o el aborto centraron también el interés de los jóvenes militantes socialistas.

La anécdota del coloquio la protagonizó uno de los asistentes a la inauguración de la Escuela de Verano, que repochó al partido la ausencia de diputados socialistas en el pleno del Congreso en el que se rechazó la toma en consideración de la proposición de ley para despenalizar el cuarto supuesto del aborto, al comienzo del presente periodo de sesiones.

Almunia salió al paso explicando que la ausencia de algún diputado en el pleno puede estar justificada en un grupo que cuenta con 141 miembros, y reiteró el compromiso de los socialistas con la despenalización del cuarto supuesto del aborto.