Almodóvar, que pronto cumplirá 42 años, confiesa, en una entrevista al magazzine de "Diario 16", que "sigo sintiendo idéntica pasión por el cine, pero con la inseguridad de siempre. Mi estado general cuando ruedo es de semicatatonía".

El realizador machego ha contado para su nuevo proyecto -"mi regreso a la comedia" como él mismo lo define- con actores fijos de su cantera, como Victoria Abril Verónica Forqué, Bibi Andersen o Rossy de Palma, otros ya consagrados como Charo López y el americano Peter Coyote, y finalmente, nuevas caras como Anabel Alonso o Alex Casanova. Además, los diseñadores Gianni Versace y Jean Paul Gaultier vestirán a sus "chicas".

"Kika" supone, para Almodóvar, una vuelta a situaciones de mujeres al borde de emociones extremas. "Pero el humor es más oscuro, más pesimista, más envenenado...no creo que sea clasificada por los americanos como para todos los públicos", afima el cineasta.

Este nuevo proyecto "almodovariano", coproducido con Francia, Italia y E.E.U.U., tiene un argumento muy de moda: los reality-show y sus consecuencias dentro de una comedia disparatada y activa. "Mis peliculas están llenas de mensajes, a favor de todo tipo de libertades y autonomías. En esta ocasión, el mensaje es que hay que tener muy buena disposición para vivir", explica Almodóvar.

El director, que siempre ha vivido una "historia de amor" con Madrid, asegura que esta ciudad "vie una crisis fortísima, ha cambiado para mal y salir a la calle es un suplicio", dice cuando está pensando en marcharse a vivir fuera.