ALMNIA PROPONE A IU UN GOBIERNO DE COALICION SI RENUNCIA A PRESENTARSE EN LAS PROVINCIAS DONDE NO TIENE ESCAÑO

MADRID
SERVIMEDIA

El candidato del PSOE a La Moncloa, Joaquín Almunia, propuso hoy formalmente a Izquierda Unida la formación de un Gobierno conjunto basado en diez puntos programáticos concretos. La oferta incluye la renuncia de la coalición a concurrir al Congreso por las 34 circunscripciones en las que nunca ha obtenido escaño y la suma de votos para el Senado.

La Comisión jecutiva Federal del PSOE aprobó hoy este acuerdo, propuesto por el propio Almunia, que lo expuso después en rueda de prensa. Antes de comparecer ante los medios de comunicación, el líder socialista llamó a Francisco Frutos para avisarle de que se la enviaba por escrito.

Almunia avaló toda su argumentación en la necesidad de aglutinar todos los votos progresistas para evitar que el PP se beneficie de la dispersión de la izquierda, como ocurrió en las elecciones generales de 1996 y en las catalanas delaño pasado.

En ambas ocasiones, a pesar de que las fuerzas de izquierda obtuvieron más votos, la derecha accedió al poder por la distribución de escaños. La unión de esfuerzos, precisó, no significa que Izquierda Unida "pierda su identidad ni renuncie a su personalidad". "La izquierda es plural y debe seguir siéndolo", dijo.

En esta misma línea, aseguró que el PSOE no desea "absorber" a la coalición ni que renuncie "a nada de lo que razonablemente pueda conseguir". Sin embargo, reiteró la necesidd de evitar que la derecha obtenga escaños por los restos que permite la dispersión del voto de izquierda.

En virtud de esta premisa, Almunia propuso a la coalición que en las 34 circunscripciones en las que nunca ha obtenido representación en ninguna convocatoria desde 1977, ni como Izquierda Unida ni antes como PCE, IU "pida el voto para la única opción de izquierda plural capaz de obtener escaños, PSOE-Progresistas, renunciando a presentarse como tal".

En el Senado, donde el sistema de elecció es distinto, mayoritario, Almunia propuso a Izquierda Unida la suma de votos en las provincias donde el PSOE tiene un senador frente a tres del PP. Puesto que IU no tiene ahora mismo representación en la Cámara Alta, el acuerdo permitiría que en estas circunscripciones el PSOE obtuviera uno más y la coalición otro.

Con los resultados de las elecciones de 1996 en la mano, Almunia explicó que la suscripción de este acuerdo antes de aquellos comicios hubiera arrojado 171 diputados progresistas frente a47 de la derecha, y 101 senadores frente a 94.

De esta forma, la izquierda estaría gobernando con mayoría en ambas cámaras, las dos fuerzas hubieran mejorado su representación institucional "y la capacidad de los grupos nacionalistas para condicionar con sus votos la política española se hubiese visto muy disminuida".

PUNTOS CONCRETOS

El acuerdo se basa en diez puntos "viables" que se podrían ampliar "si así lo acordamos con IU" pero de los que no se podría restar nada porque para el PSOE son "rrenunciables e incuestionables".

El primero de estos puntos es la educación como principal instrumento para garantizar la igualdad de oportunidades y su defensa como servicio publico; el segundo, la lucha contra la precariedad laboral y el fomento del empleo de mujeres y jóvenes; en tercer lugar, el aumento del poder adquisitivo de las pensiones mínimas, la defensa del sistema nacional de salud y la consolidación de los sistemas de protección social.

El cuarto es la garantía para todos los ciudaanos del acceso a las nuevas tecnologías de la información. El quinto, relativo al medio ambiente, contempla la sustitución de la energía nuclear por las renovables, la aprobación urgente de un Plan Hidrológico Nacional y la reforestación de las zonas rurales y de los núcleos urbanos.

El sexto, la política económica, preve la elevación del potencial de crecimiento, dar prioridad a la inversión, favorecer la competencia y dotar de equidad a la distribución de la renta, siempre respetando los compromiso del Plan de Estabilidad en materia de déficit público.

En política fiscal, el acuerdo pasa por el mantenimiento de la carga y de los tipos del IRPF, pero mejorando el tratamiento de las rentas del trabajo más bajas, reduciendo la imposición de las rentas salariales, incorporando los impuestos ecológicos y fomentando la lucha activa contra el fraude fiscal.

En octavo lugar, el acuerdo recoge el fortalecimiento del Estado de las autonomías bajo una perspectiva federal, la aprobación de un nuevo sitema de financiación consensuado y estable, y la reforma del Senado para convertirlo en una cámara de representación territorial.

El penúltimo punto lo ocupa la defensa de la participación activa en la construcción de la Europa económica, social y política, el mantenimiento de los compromisos internacionales en materia de seguridad y de defensa, y el compromiso con una política internacional que defienda la paz, los derechos humanos y la cooperación al desarrollo.

En último lugar, pero no por ell menos importante que los demás, según precisó el propio Almunia, está la lucha contra el terrorismo, mediante un compromiso con la lucha policial, el fomento de la cooperación internacional y el restablecimiento de la unidad de las fuerzas democráticas para logra el fin de la violencia.

NACIONALISTAS

Tras exponer estos puntos, Almunia subrayó que no modifican el programa electoral aprobado por el Comité Federal del PSOE el pasado mes de diciembre, pero no por el "prurito" de los socialistas, sino pr la convicción de que estos deben ser los objetivos de un Gobierno progresista

Almunia advirtió, además, que este acuerdo no es "un frente contra nadie", sino una oportunidad "abierta a todos". En este sentido, explicó que esta propuesta "no cambia nada" de sus tesis en relación a los partidos nacionalistas.

El líder socialista defendió en este punto la necesidad de mantener siempre el diálogo con las formaciones nacionalistas, pero puntualizó que si quieren tener influencia en el Ejecutivo cental "deben estar dispuestos a corresponsabilizarse con el proyecto común de España", para que no se repita "el intercambio" de esta legislatura.

En todo caso, consideró que las relaciones del PSOE con los nacionalistas se presenta "en otro plano diferente" al del acuerdo con IU, y la colaboración con estas formaciones no tiene por qué consistir necesariamente en entrar en el Ejecutivo.

El líder socialista rechazó la posibilidad de que el PP aproveche este acuerdo para apoderarse del espacio de cenro, al asegurar que los populares "nunca han entendido lo que es el centro", como diálogo, tolerancia, respeto por el adversario, por las reglas de juego y las instituciones.

Además, trató de evitar una posible imagen de que los socialistas buscan a toda costa un acuerdo que les facilite la victoria, al afirmar que el PSOE está preparado para afrontar la campaña electoral "con nuestras propias fuerzas y ganar a la derecha, pero los los ciudadanos progresistas quieren que hagamaos además un esfuerzo untario y yo no quiero defraudarles".

En caso de que IU acepte esta propuesta, el PSOE debería convocar su Comité Federal para ratificarlo definitivamente. La respuesta, recordó, debe llegar antes de los próximos seis o siete días, ya que el día 2 de febrero se abre el plazo para presentar las candidaturas.

Antes de exponerla en rueda de prensa, Almunia comunicó esta propuesta a las principales centrales sindicales, al líder de Nueva Izquierda, formación con la que el PSOE ha suscrito un acuerdo prelectoral, y a Manuel Chaves, que no puso asistir a la reunión de la Comisión Ejecutiva. En los días anteriores también se lo planteó a Felipe González "y le pareció muy bien".

(SERVIMEDIA)
24 Ene 2000
CLC