El rector presentó ayer, martes, su dimisión después de permanecer seis meses al frente de la universidad, tras sustituir a Pedro Burillo, que fue cesado por el Gobierno de la Unión del Pueblo Navarro (UPN).

Esta decisión fue muy contestada por todas las fuerzas política de la oposición, lo que unido a las irregularidades en la gestión del equipo rectoral, derivó en una activa campaña que perseguió la caída de Alberto González.

El rector presentó finalmente su dimisión ante Alli en un escrito en l que aseguraba que estaba siendo utilizado "como objeto de trapicheo político", según sus propias palabras.

Juan Cruz Alli señaló en rueda de prensa que, pese a todas las presiones políticas recibidas, su Gobierno nunca hubiera destituido a González, "puesto que cuenta con toda nuestra confianza".

Según explicó, el relevo se producirá buscando el consenso de los partidos políticos y de la comunidad académica, que deberá proponer al Ejecutivo navarro varios candidatos a través de la junta de gobirno de la institución.

Los partidos políticos valoraron la dimisión como "la única salida digna" que le quedaba al equipo rectoral ante la oposición generalizada que suscitó su gestión, tanto entre los profesores como entre los alumnos del centro universitario.