En rueda de prensa en Madrid para presentar la operación, Alierta se mostró "convencido del éxito" de la misma, que se ha resuelto en las dos semanas que han durado "el análisis, la decisión y las conversaciones" para desarrollarla. Además, confió en que no habrá problemas regulatorios.

El momento para lanzar la oferta es "idóneo" y "perfecto", y realza la "perspectiva de crecimiento" de la compañía, produce "beneficios de escala tangibles" y "reequilibra" la cartera de activos.

Se abonará directamente en efectivo y se financiará con un crédito puente de unos 26.000 millones de euros suscrito con Citigroup, Goldman Sachs y Royal Bank of Scotland. Se financiará en su totalidad con deuda y Telefónica confía en mantener una categoría de "rating" crediticio de "A" o un paso por debajo.

Entre los detalles de la operación, Alierta destacó que el crecimiento anual de ingresos mejora del 5,5% al 5,8% con la integración de O2; el beneficio bruto pasa del 7,8% al 8%, y la generación libre de caja operativa mejora del 10,4% al 12,4%, con lo que será la operadora europea de "mayor crecimiento".

En términos de sinergias, los cálculos prudentes de la operadora, explicó su presidente, apuntan a una cuantía de 3.300 millones de euros, permitiendo más que duplicar las compras de terminales UMTS y equipos en Europa y la mejora del poder de compra de contenidos, además de efiencias en los costes de red. El 89% de estas sinergias beneficiarán a O2.

Telefónica, con O2, se convierte en la segunda multinacional de telefonía móvil del mundo por número de clientes, con 116 millones, sólo por detrás de los 165 millones de Vodafone.

En el mercado europeo, pasa a ser la segunda operadora por cuota de mercado, con el 16%, tras Vodafone (30%) y en la misma proporción que Orange (16%).

DIVERSIFICACION DE CARTERA

Con la compra de O2, Telefónica consigue diversificar su cartera, de forma que, si en 2005 el 59% de su beneficio bruto lo aportará el negocio de telefonía fija y el 38% el de móviles; en 2008, ya con O2, las líneas fijas supondrán el 43% y las móviles el 54%.

El perfil de riesgo de la compañía mejora, destacó Alierta, ya que la cartera se equilibra y aumenta el peso de los activos con mayor potencial de crecimiento.

Por áreas geográficas, el 61% del beneficio bruto de Telefónica en 2005 lo aporta España; frente al 34% de Latinoamérica, y el 5% del resto de Europa. En 2008, ya con las compañías integradas, España generará el 44% del beneficio, frente al 33% de Latinoamérica y el 23% del resto de Europa.

Alierta destacó la evolución de O2 en los últimos años, con crecimientos de los ingresos del 21% en media anual y del 46% en el caso del beneficio bruto. O2 y Telefónica son las dos compañías con mayor crecimiento esperado en los próximos cuatro años.

O2, con 24,4 millones de clientes, tiene un 24% de cuota de mercado en el Reino Unido, por detrás de Vodafone (30%), y por delante de Orange (23%), T-Mobile (17%) y Hutchison (7%).

En Alemania, su segundo principal mercado, registró un crecimiento bruto del beneficio del 45% en 2004, siendo un país, además, con un alto potencial de crecimiento del gasto medio por cliente, que se sitúa más de 100 euros por debajo de la media de Reino Unido, España, Italia y Francia.

Con el desarrollo de la operación, el presidente de O2, sir David Arculus, y su consejero delegado, Peter Erskine, se incorporan al consejo de administración de Telefónica. Erskine, además, será propuesto como miembro del comité ejecutivo y del comité directivo de la compañía española. Otro directivo de O2, Rudolf Groeger, ocupará un asiento en el consejo de administración de Telefónica Móviles.

O2 mantendrá su actual equipo directivo y no perderá la marca, que es "fantástica" y Telefónica "está encantada de tenerla", aseguró Alierta.

BENEFICIA A O2

El presidente de O2, sir David Arculus, presente en la rueda de prensa en Madrid, mostró su disposición a cooperar con Telefónica para el buen fin de la operación, y auguró un "futuro muy esperanzador" para ambas empresas.

Arculus aseguró que la operación es beneficiosa para el interés de "los accionistas, empleados y personal" de la operadora británica.

Una vez que se formalice la presentación de la oferta ante las autoridades británicas, previsiblemente a mediados de noviembre, se abre un plazo de 60 días para el cierre de la operación, por lo que su culminación no se espera hasta el mes de enero. Telefónica y O2 son empresas "que ven el mundo con la misma perspectiva", resumió Erskine.