El motivo de su denuncia es el "incumplimiento" de los compromisos que los ministros de Pesca habían adquirido en su reunión del pasado mes de diciembre, cuando decidieron aplaar la prohibiciones pero reconocieron la necesidad aprobarlas antes del próximo mes de julio.

Miebros de Greenpeace se concentraron ayer, jueves, frente a la sede de la Comunidad Europea en Luxemburgo y extendieron una red de deriva sobre la fachada del edificio opuesto al lugar donde debían reunirse los ministros de Pesca de los "doce".

Con esta actitud, los ecologistas expresaron su oposición a la posición del Consejo de Ministros de "aplazar constantemente una decisión que cuenta con el respalo de la propia CE y de las Naciones Unidas".

Los responsables de Greenpeace explicaron que la ONU "ha recomendado, por dos veces, que se aplique una moratoria para este tipo de pesca antes del próximo 30 de junio, y el cese de inmediato la expansión de la pesca de altura con redes de deriva y enmalle. Ambas resoluciones han contado con el voto afirmativo de la CEE".

A su juicio, "los beneficios a corto plazo se anteponen a una gestión racional de la pesca, ya que las redes de deriva ponen en peliro las poblaciones de peces comerciales y causan la muerte inutil de numerosos organismos que vivien en alta mar".

Añadieron que "si el Consejo de Ministros de la CEE no es capaz de tomar las medidas necesaarias, los recursos pesqueros y los ecosistemas marinos seguirán en alarmante declive".

Actualmente, sólo España e Italia mantienen prohibiciones de captura con redes de este tipo, frente a países como Francia, que cuenta con una flota de unas 40 embarcaciones dedicadas a la pesca del atún blano, e Irlanda que ha iniciado recientemente la actividad con redes de deriva.