La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que una dieta equilibrada debe componerse en un 60 por ciento de hidratos de carbono, un 15% de proteínas y un 25% de grasas, un equilibrio que se puede encontrar en la denominada dieta mediterránea.

"Ciudadano" ha analizado diversas dietas que se comercializan como eficaces y no ha encontrado ninguna que cumpla los criterios de la OMS. La revista, editada por varias organizaciones d consumidores, aconseja a quienes deseen adelgazar que acudan a un centro de la Seguridad Social, donde médicos especialistas les harán dietas a la medida gratuitamente.

Una de las dietas estudiadas es la de Atkins, que elimina prácticamente los hidratos de carbono, pero no marca limitación sobre grasas y proteínas. Según expertos sanitarios, estas dietas pueden conducir a una total apatía y falta de dinamismo. Algunos médicos incluso las consideran un auténtico "visado para el infarto", ya que puedenproducir hipotensión, niveles elevados de ácido úrico, sobrecarga funcional del hígado, aumento del colesterol, arritmias cardíacas u obstrucciones intestinales.

La principal causa por la que estas dietas siguen teniendo numerosos seguidores es que, en un primer momento, consiguen eliminar gran cantidad de agua, y por tanto de peso, algo muy efectista, aunque el agua se pueda recuperar fácilmente.

Además, resultan especialmente agradables al paladar, puesto que eliminan todo aquello que hace aburidas y poco sabrosas las dietas tradicionales (verduras, ensaladas, etcétera). "Con todos estos trucos se alimenta la utópica ilusión de adelgazar sin esfuerzo", señala "Ciudadano".