ALGUNAS AGUAS SUBTERRÁNEAS TRANSFIEREN ARSÉNICO A LOS CULTIVOS
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Un equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid y del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca ha demostrado que el arsénico que contienen algunas aguas subterráneas se transfiere a los cultivos.
Según informó hoy el Servicio de Información de Noticias Científicas (SINC), este trabajo se puso en marcha para conocer el impacto de las aguas subterráneas ricas en arsénico sobre las tierras y cultivos de trigo, patata, remolacha azucarera y zanahoria.
Así, en las patatas regadas con aguas ricas en arsénico este elemento aparece hasta 35 veces más que en los cultivos que no la utilizan. Los científicos también han confirmado el impacto que tiene el agua con alto contenido en arsénico sobre plantaciones de remolacha, zanahoria y trigo.
Para desarrollar el estudio, los científicos eligieron 23 parcelas situadas al sur de la provincia de Valladolid y norte de la de Segovia, una zona agrícola conocida por la presencia de arsénico en sus aguas subterráneas (entre 38 y 136 microgramos/litro).
Los investigadores analizaron las concentraciones de arsénico en la tierra y en los cuatro vegetales, y compararon los datos con los recogidos en tres zonas de control irrigadas con agua sin apenas arsénico (5 µg/l o menos).
Las conclusiones del estudio apuntan que, por ahora, el consumo de productos agrícolas de la zona no es preocupante, pero alertan de que en el caso del trigo se pueden superan los límites establecidos si se consumen más de 400 gramos al día (o si se combina con otros vegetales del área), lo que puede representar un riesgo para la salud.
El arsénico es un elemento químico natural, que para el ser humano puede ser tóxico o no dependiendo de la dosis y su origen. En los seres vivos se combina con el carbono y el hidrogeno para formar compuestos orgánicos de arsénico, que en general no son nocivos, pero en el medio ambiente se combina con oxígeno, cloro y azufre, formando compuestos inorgánicos de arsénico, más tóxicos.
La exposición prolongada a altas concentraciones de arsénico puede producir arsenicosis, enfermedad cuyos síntomas están relacionados con alteraciones en la piel. En los casos más graves puede derivar en diversos tipos de cáncer, como el de piel, pulmón y riñón.
(SERVIMEDIA)
12 Mayo 2009
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