Los cascos y anclas de esos barcos y los buques pesqueros, así como las redes que utilizan algunas embarcaciones, facilitan el traslado del alga y contribuyen a su propagación.

Así lo reconoce Domingo Jiménez Beltrán, diretor general de Política Ambiental, quien aseguró a Servimedia que los propietarios de estos barcos deben adoptar las medidas preventivas necesarias para evitar la expansión de la planta.

La "caulerpa taxifolia" se introdujo accidentalmente en el Mediterráneo al escaparse del Instituto Oceanográfico de Mónaco, ya que su hábitat original está localziado en los mares cálidos de Filipinas, Madagascar y el Caribe.

Aunque no entraña ningún riesgo para las personas, resulta perjudicial para el equilibri biológico de los fondos marinos, puesto que desplaza a las especies vegetales y animales autóctonas amenazando la diversidad biológica.

En España, el problema no ha alcanzado la proporción que en Italia y, sobre todo, Francia, donde a finales de 1992 el "alga asesina" ocupaba una extensión de 427 hectáreas, entre Niza y la frontera francoitaliana.

EL CASO BALEAR

En nuestro país sólo ha aparecido en la costa balear. Este año las autoridades regionales han detectado medio centenar de plantas en ala d'Or, donde el año pasado invadieron unos mil metros cuadrados.

No obstante, España ha constituido una comisión nacional de seguimiento y una subcomisión científica para adoptar las medidas preventivas necesarias que impidan la propagación del alga.

Domingo Jiménez Beltrán destacó la importancia "de la participación y la información pública, porque constituyen el sistema de prevención más eficaz".

Dentro de ese tipo de acciones, las autoridades francesas, italianas y españolas han puestoen marcha este año una campaña europea de información, en la que España participa aportando 695.500 ecus (unos 95 millones de pesetas), de los cuales el 48 por ciento proceden de los fondos comunitarios "Life" y el resto lo aportan la administración central y las comunidades autónomas implicadas.

A juicio del director general de Política Ambiental, "lo importante es que haya pocos brotes y que se actúe rápidamente cuando se detecte alguno".

Por ello, el proyecto europeo contempla una campaña divugativa y la edición de 32.000 folletos en castellano y catalán. Además, el teléfono 972 33 61 01 estará disponible para recoger cualquier aviso que alerte sobre la presencia del alga.