ALEX GRIJELMO: "EL 'SPANGLISH' ME PARECE UN CAMELO"

- Considera "exagerada" la creación de una cátedra en Boston

- Su último libro, "La seducción de las palabras", va por la tercera edición y continúa en las listas de los más vendido

MADRID
SERVIMEDIA

El escritor y periodista Alex Grijelmo asegura que el "spanglish", forma peculiar de hablar que mezcla los idiomas inglés y español, que surgió en los estados sureños norteamericanos como consecuencia de la explosión migratoria mexicana, "no tiene ningún sentido, ningún futuro y a mí me parece un camelo".

En una entrevista con Servimedia, Grijelmo, responsable del "Libro de Estilo" del diario "El País" y actual director editorial de los proyectos de prensa local y reional del Grupo Prisa, juzga "exagerada" la decisión de crear la primera cátedra de "spanglish" en el Amherst College de Massachusetts y pone en duda que este fenómeno lingüístico pueda considerarse como fruto de una combinación entre el inglés y el español.

"En este caso", explicó, "el español no entra en el inglés; es el inglés el que entra en el español. No hay mestizaje, lo que hay es invasión, y eso lo tenemos que tener claro. Puestos a crear cátedras, también podemos crear una en Madrid".

Gijelmo mantiene una tesis sobre la expansión de esta particular forma de lenguaje. "A veces pienso", subrayó, "que el 'spanglish' es una maniobra política de Estados Unidos consistente en crear un cortafuegos ante el auge y la mancha del idioma español en Norteamérica, con el fin de favorecer un idioma fronterizo que frene el crecimiento de la lengua de Cervantes".

Nacido en Burgos en 1956, el autor de obras como "El estilo del periodista" y "Defensa apasionada del idioma español", Grijelmo ha publicao recientemente "La seducción de las palabras", que ya va por la tercera edición y sigue presente en las listas de libros más vendidos.

ENGATUSAR

En este último volumen, Grijelmo, Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes 1999, hace una llamada de atención ante las manipulaciones del lenguaje, no ya desde el punto de vista de lo correcto o incorrecto, sino de lo que atañe al pensamiento. En este contexto, analiza con innumerables ejemplos cómo se emplean la fuerza y la finura de las palabras para"engatusar" a los demás.

En su opinión, la manipulación del lenguaje político es "inmemorial", aunque su manifestación más palpable tuvo lugar en la alemania nazi, con el sistema de propaganda ideado por Goebbels. "Hoy en día", prosiguió, "esa manipulación se da clarísimamente en el lenguaje de ETA y HB, así como en el lenguaje del nacionalismo".

El término "kale borroka" constituye para Grijelmo otro ejemplo evidente de manipulación. "Es curioso que se traduzca como 'lucha callejera', cuando en ealidad esa lucha se emprende contra las farolas, papeleras y autobuses, es decir, objetos que oponen muy poca resistencia. Simplemente hay que hablar de destrozo y salvajismo, directamente".

La publicidad es otro campo en el que se detectan también manipulaciones de las palabras. "Cada vez te venden cosas más diferentes de las que estás comprando. No te venden naranjas, te venden vitalidad; no te venden crema para las manos, te venden belleza para las manos".

TRUCO MAGNIFICO

Para Grijelmo, el bjeto que se comercializa es cada vez más abstracto en la publicidad, aunque luego siga siendo concreto en la tienda. "Lo que intenta la publicidad", indicó, "es que el producto, la cosa se convierta en un concepto. Y es un truco magnífico".

El periodista se refirió igualmente a la expresión "violencia de género", muy utilizada por los medios de comunicación para aludir a los numerosos casos de malos tratos que se registran en España.

En su opinión, ese término es incorrecto porque se trata, en l mayoría de los casos, de violencia machista, violencia sexista o violencia de los hombres.

"La violencia de género no tiene sentido, porque género es un concepto únicamente gramatical en español. En inglés utilizan esa palabra porque les sirve para sexo y para género. Sin embargo, en español una mesa tiene género, el femenino, pero no tiene sexo. La violencia, como yo digo un poco provocadoramente, siempre será del género femenino. En cambio, los malos tratos casi siempre son del sexo masculino", conluyó.

(SERVIMEDIA)
01 Dic 2000
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