Se estima que el 15% de la población sufre alergia a alguna sustancia exterior y que tan solo un 25% de los afectados es tratado por médicos. El resto recurre a la automedicación.

Los síntomas son muy variados en cuanto a localización, intensidad y gravedad. Los más comunes son picor en la piel y en los ojos, estornudos, lagrimeo, secreciones por la nariz, tos y picor en la garganta y silbido en el pecho.

Para el Instituto Mapfre, uno de los riesgos más evidentes al volante son el picor o cosquilleo en la nariz, que producen más de 5 estornudos por minuto y una distracción que equivale a dos o tres segundos.

ESTORNUDOS QUE DISTRAEN

"En una sucesión de veinte estornudos, un coche a 120 kilómetros de velocidad recorre alrededor de 660 metros casi sin control por parte del conductor", advierte el Instituto Mapfre.

Otro de los riesgos de asociar conducción y alergias es la medicación que emplean los afectados, fundamentalmente antihistamínicos, cuyo intenso efecto sedante deteriora el rendimiento psicomotor.

"Un alérgico bajo los efectos de estos fármacos tarda más tiempo del normal en tomar una decisión, disminuye su capacidad para razonar y memorizar y adopta decisiones equivocadas", indica el informe. Un conductor con estos síntomas tendrá problemas con las distancias, dificultad para permanecer alerta, confusión y aturdimiento.

Según el Instituto Mapfre, algunos especialistas consideran que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico por parte de un conductor alérgico sometido a medicación con los antihistamínicos más somnolientos es similar al de una persona con un nivel de alcoholemia en sangre de 0,5, "es decir, un positivo".

Para hacer frente a una conducción segura, el Instituto Mapfre recomienda a los alérgicos viajar con las ventanillas cerradas, emplear un filtro para pólenes en el aire acondicionado, limpiar el coche con frecuencia, evitar viajes al atardecer o amanecer (cuando hay más concentración de pólenes), procurar no dejar el coche en zonas húmedas y comenzar el tratamiento dos o tres días antes de iniciar un viaje.