Así lo aseguró durante la sesión inaugural de la Cumbre Internacional sobre la profesión docente (ISTP 2022), que se celebra en Valencia. “Junto al trabajo de los sanitarios, la de los profesores ha sido la aportación más valiosa para mantener la cohesión de nuestras sociedades”, remarcó, a la par que aseguró que hay que estar “orgullosos” de la comunidad educativa por su contribución durante la pandemia.

Durante ese tiempo, remarcó, los docentes realizaron “un esfuerzo heroico para seguir enseñando”, esfuerzo que en su opinión “hay que seguir agradeciendo”.

“Hoy sabemos que la presencialidad es fundamental. Sobre todo, en las primeras etapas, pero que también las nuevas formas de enseñar que se han ensayado durante la pandemia son experiencias innovadoras que han venido para quedarse”. Aunque son se puede sustituir el trato directo y “las sonrisas”, reconoció que hay que trabajar “en mejorar las tecnologías educativas”, pues “no todos los colegios ni todos los alumnos han vivido esta etapa difícil de la misma manera” y los de los centros con menos recursos o familias con más dificultades se han visto más afectados.

DESAFÍOS

“La educación no puede quedarse al margen de los grandes desafíos del mundo”, agregó, en referencia a las guerras, los desplazados, el auge del populismo, las pandemias y la emergencia climática. “Todo invita a reconstruir la esperanza de un futuro mejor”, avanzó.

“Dado que las escuelas son un pilar básico de la sociedad necesitamos potenciar una educación en valores y respeto, convivencia democrática, cuidado del planeta e igualdad entre hombres y mujeres”, prosiguió, cuestiones que según Alegría se plantea como objetivos la reforma educativa que ha impulsado en medio de un “acalorado debate político y social”.

Para esa educación en valores, la ministra considera crucial que el profesorado cuente con motivación y formación “para desarrollar su misión”, una formación que debe ser tanto “inicial” como “a lo largo de su vida activa”.