La policía no descarta que el propietario de la empresa de transportes Alditrans se encuentre retenido en algún lugar fuera del País Vasco o haya sido escondido por los etarras en Francia, por lo que también las fuerzas de seguridad del país vecino colaboran en las tareas de búsqueda.

Debido a esta imprecisión sobre el lugar donde puede estar secuestrado Aldaya, los rastreos tendentes a encontrarle no se concentran en zonas determinadas, como ocurró en el caso del secuestro de Julio Iglesias Zamora.

Aunque han circulado distintas versiones sobre el rescate exigido por los terroristas e incluso sobre el pago de algunas cantidades, ni la familia ni los responsables de la operación policial han confirmado información alguna.

Durante estos seis meses, los trabajadores de Alditrans y los familiares de José María Aldaya no han bajado la guardia y todas las semanas realizan concentraciones para exigir a ETA que libere al secuestrado. A estas moviizaciones se han sumado también muchos ciudadanos vascos, organizaciones pacifistas y autoridades políticas, mientras que HB ha tratado de boicotear los actos de solidaridad con Aldaya, provocando en algunas ocasiones enfrentamientos.

Hace unos días, los hijos menores del secuestrado, Oscar e Idoia Aldaya, permanecieron encerrados durante 48 horas en la sede de la empresa Alditrans, sin ingerir ningún tipo de comida, para expresar su agradecimiento por las muestras de solidaridad recibidas.

Tambin las instituciones públicas vascas se han sumado a esta corriente de solidaridad y aprobaron hace unos meses una declaración institucional contra el secuestro que fue entregada a la familia del industrial.