Los productores de vino reconocen en un comunicado la necesidad de tomar medidas para remediar la situación creada por el consumo desordenado de bebidas alcohólicas, especialmente entre los menores, pero la ueva normativa no es a su juicio la solución.

Según explican, el objetivo es prevenir el consumo excesivo de alcohol y para ello, creen que lo óptimo sería "educar al consumo para recuperar las pautas de comportamiento que tradicionalmente han estado asociadas al consumo del vino, mediante la difusión de su bagaje cultural, de sus propiedades intrínsecas y el fomento del conocimiento de los vinos".

Por todo ello, consideran que la limitación en la publicidad, por ejemplo, no soluciona nada puestoque los anuncios de vinos de calidad difícilmente pueden "incitar a un consumo desordenado o abusivo de alcohol".

Además, critican que se quiera separar los puntos de venta de alimentación y bebidas. Para los bodegueros, el consumo de vino debe mantenerse asociado a la alimentación, como así recomiendan los científicos. "Lo contrario supone despreciar el resto de propiedades de un buen consumo de vino, y en especial la necesidad de que permanzca asociado al entorno de la alimentación y la gastronomía"

Finalmente, la Federación Española del Vino alerta de que una caída en el consumo de vino supondrá poner en riesgo el sector vitivinícola español, ya afectado por el descenso de consumo en los últimos años y por la existencia de excedentes de producción.