Alcaraz manifestó a Servimedia que esas críticas motivaron la expulsión de tres dirigentes (él mismo, Willy Meyer y Manuel Monereo). "Nos echaron por mantener que íbamos mal y que podíamos desaparecer", añadió

En su diagnóstico del "desastre" incluyó dos factores: "una fuerza sin perfil sumada a una orgía, una bacanal bipartidista". "La utilización de la ley más la democracia sectaria que ha habido con los más pequeños ha generado una amputación de la democracia, porque hay mucha gente que ahora está huérfana", manifestó. "El bipartidismo ha conducido, incluso, a votar con el miedo. Se han juntado las dos cosas, una fuerza sin perfil más el bipartidismo salvaje".

A su juicio, "lo lógico es que Gaspar dimitiera; él no puede dirigir el proceso a la Asamblea, porque quien ha creado el problema no puede dar la solución. Pedimos que se nombre una comisión plural, que sea la que dirija la Asamblea, y que ésta se celebre de inmediato".

Alcaraz aseguró que ahora "lo más importante es que IU recupere su naturaleza de fuerza de izquierda, porque lo que se ha estado haciendo hasta ahora era una especie de zapaterismo de izquierda". Abogó por que IU se convierta "en una fuerza de izquierdas de verdad, transformadora, y luego se elegirá una dirección acorde con ese planteamiento".